miércoles, 15 de febrero de 2012

TAKE SHELTER: ¿APOCALIPSIS AHORA?

Por Fabián Iriarte

Jeff Nichols había sorprendido con la austera historia rural de venganza por herencia que proponía en Shotgun Stories. En Take Shelter se supera cuando nos presenta el mapa mental de un hombre introspectivo y en franco desliz esquizoide. O al menos eso parece.

Nichols se sumerge en las zonas mas turbulentas que trasunta Curtis (Michael Shannon, un ascendente actor indie nominado al Academy Awards en el 2009) entre la paz aparente de un pueblo en las afueras de Ohio y el paisaje sombrío y pesadillesco de sus alucinaciones premonitorias.

Curtis va arrastrando paulatinamente a su familia, a su esposa Samantha, una moderna y tolerante
country woman y a su pequeña hija Hanna, impedida en su audición, hacia los dos hemisferios que lo abruman. La profética visión de un apocalipsis resumido en una tormenta descomunal y su maternal historial esquizoide.

Pero es Curtis su propia tormenta, aquel que a su paso dejará devastado todo a su alrededor, una especie de mandato personal irrebatible, un camino de descubrimiento primitivo.

La propiedad de Nichols se gesta cuando enrarece el entorno al momento que vamos siendo testigos del descenso anunciado de Curtis. Un par de secuencias de extraordinario giro argumental nos juega una ida y vuelta de varios planos mentales, astutos pero no gratuitos, que provocan el efecto de tono bíblico e irreparable.

La narración nos lleva de bruces con cierto peligro informativo pero con una sensación inminente de tragedia.
Cuando Curtis decide construir un refugio para tormentas, nos introducimos
definitivamente en su psiquis, en una escena claustrofóbica, cuando la hipotética tormenta hace mas daño en el Curtis disminuido y sin retorno, que en los alrededores del pueblo.

Oscura película, de cadencia lenta pero no contemplativa. Entre la liberación del hombre, la premonición, la realidad y la ficción. Los actos compasivos y la discriminación.

Curtis por fuera es un hombre común, por dentro un ser complejo que arrasa con su propia integridad como una tormenta apocalíptica, que marcara, el de fin y comienzo de una nueva civilización.