lunes, 5 de octubre de 2009

LO QUE DEJO MCKEE: EL CLAUSTRO MÁS PRODUCTIVO DEL AÑO.

Por Fabián Iriarte.

El primer registro emocional del taller nos lleva a calar primero en la experiencia más cercana a la disección certera de la conducta humana como instrumento primordial de la construcción de historias. Conocer, conocerte, conocimiento temático, conocimiento emocional todo hacia el inevitable Core Cognitivo. Todo está allí pero por alguna razón a veces la razón misma no lo reconoce.

Alguna vez Jean Claude Carriere en los pasillos de Screenplay Systems en Burbank, California, y en los primeros pasos serios de mi aprendizaje narrativo me dijo que todo se trata de CHR, las siglas que sintetizan el Conocimiento Humano Reconocible.

McKee califica y clasifica las herramientas emocionales a partir de la observación del mundo, de la universalidad del relato y pone al servicio del participante un Tour the force de cuatro días sustentado en la exposición de Showman a veces y devenido en Frontman (Momento mágico cuando interpreta El tiempo pasará como corolario de una pasión) otras, y que supo articular en sus seminarios a través del mundo entero.

McKee va directo al punto, es rudo, claro y un extraordinario storyteller oral, pero es cierto que el seminario necesita de una plataforma personal construida, no es lo mismo para los principiantes que para aquellos que han transitado ya por la escritura profesional. Son dos estados distintos pero no excluyentes. Para aquellos que ya hemos sido testigos de la transición Idea-Desarrollo-Guión-Film el seminario agrega la sustancia necesaria para rever proyectos, considerar herramientas con verificaciones más terrenales en cuanto a la lógica y justificación de la conducta y del alma humana.

McKee está mas allá de las fronteras formales de Syd Field, y del coloquial sistema Seger y mas cerca de la profundización narrativa de la construcción de un core congnitivo de Carriere. En tanto, la explicación de su consistencia estructural que él llama Spine Of Action certifica el estilo y la dinámica de la información del relato. Para aquellos que aun no han escrito largometrajes McKee es una especie de sistema dramático a experimentar. Pude escuchar por los pasillos ¿Pero… como lo aplico? ¿De que formato habla? O ¿Cómo empiezo a escribir? En realidad eso se responde de una sola forma: escribiendo. Por eso creo que la conexión McKee es mucho más rentable teniendo uno la maquinaria en casa y yendo a buscar las piezas que le faltan a la misma al seminario.

Pero eso es una apreciación totalmente personal, tanto como para pensar durante la exposición, que McKee llega de una manera excepcional, es visceral, es claro, es cine en estado solido pero incita las preguntas mas temibles y existenciales y genera una respuesta aunque de apariencia evidente, muchas veces subestimada; el arte de escribir para la pantalla es un arte sumamente complejo ¿Seremos capaz de convivir con él?